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Nuevo brote de ébola en África: mueren 17 personas en el Congo por fiebres hemorrágicas


Autoridades de salud de este continente han reportado una nueva epidemia en la provincia de Equateur y la ciudad de Bicoro que funciona como puerto. El problema está en que personas infectadas transporten el virus hasta capitales.
En África se han presentado alrededor de 19 mil casos de contagio. AFP.
La primera vez que la ciencia detectó el virus del ébola fue en los densos bosques tropicales de la República Democrática del Congo. Personas que vivían cerca del río Ébola empezaron a presentar una fiebre hemorrágica mortal hacía el año de 1976 y, desde aquel entonces, en los últimos 40 años, esta enfermedad ha prendido la alarma de las autoridades sanitarias nueve veces. Esta vez se repite la historia, 17 personas acaban de morir en esta región tras contraer el virus.
Todas eran habitantes de la provincia de Equateur, al noroeste del Congo, donde se han contado durante las últimas dos semanas un total de 21 casos diagnosticados. El ébola, sin embargo, podría extenderse hacia la vecina localidad de Bikoro, donde funcionarios del Ministerio de Salud han determinado dos casos de infectados y al menos diez más considerados sospechosos.
El lío de que en Bikoro ya se hayan reportado casos es que esta ciudad es un puerto en un lago conectado al río Congo. Por lo que cabe la posibilidad de que personas infectadas viajen en barco hasta Kinshasa, la capital densamente poblada de la República Democrática del Congo u otras ciudades con mayor población. 
La situación preocupa hasta a la Organización Mundial de la Salud porque el último reporte de aparición del virus se registró hace menos de un año. En ese entonces ocho personas fueron diagnosticadas y cuatro de ellas murieron. Aunque, el brote más grave que ha habido se presentó entre 2013 y 2016 en África Occidental. Países como Liberia, Sierra Leona o Guinea fueron los más afectados, dejando un total de 11.000 víctimas mortales.  
El problema con este virus es que tiene la capacidad de propagarse por largas distancias. Se cree que los murciégalos, en quienes se hospeda la infección, lo transportan sin morir a la vez que contagian a otros animales con los que comparten árboles, por ejemplo los monos. De ahí que llegue hasta los humanos, a través del consumo de carne infectada y que en este continente, específicamente en el Congo, la cadena de trasmisión sea tan efectiva.





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