Hoy 6 de septiembre se celebró el día internacional del sexo oral
Sofía Slobodjanac (28) y Federico Bouzas (31) nos cuentan de qué se trata y cómo se aplica este saber milenario oriental sobre el sexo, y por qué resurgió en estas latitudes.
El 6 de septiembre se conoce mundialmente como el Día del Sexo (oral) por la combinación de los números 6 y 9. Investigamos en nuevas (y tradicionales) exploraciones que aportan una mirada distinta, que no es la del porno, tampoco la del tabú, y que invitan a realizar otras interpretaciones y exploraciones sobre el encuentro erótico.
Sofía Slobodjanac (28) es terapeuta ayurvédica especializada en tantra -una filosofía milenaria hindú- y sexualidad femenina. Coordina Mujer Pulpo, un equipo de mujeres dedicadas a la docencia sobre sexualidad y terapias integrales que brindan charlas y talleres como “Tantra para parejas”, “Anatomía del placer”, “Uso del reloj lunar” y “Ginecología natural”. “Lo que llamamos ‘sexualidad sagrada’ viene de la mano del tantra y del taoísmo. Hace alrededor de diez años que hay escuelas de tantra en la Argentina, pero desde hace cinco empezó a moverse mucho más, porque se renovó de la mano de una generación más joven. Ahora hay profesores de mi generación, de alrededor de 30 años, por lo que también se renovó el público”, dice a Entremujeres.
El tantra, en su corriente sexual (porque la filosofía tántrica no está únicamente relacionada con la sexualidad genital), lo que plantea es no enfocarnos en los genitales, sino hacer de todo el cuerpo un órgano erógeno. Aquí llamamos "neotantra" a la filosofía adaptada en Occidente que desplazó al concepto original de tantra tal como se conoce en India, China y Tíbet. Parte de esta nueva corriente valora la energía sexual como energía creativa y vital para sacarla del tabú y amplificar el entendimiento sobre ella desde la anatomía, la fisiología y la energía.
“Empezamos a investigar el tantra, y eso generó un cambio de paradigma grande en relación a cómo vienen trabajando las escuelas de tantra yóguicas o taoístas, en donde sólo se practican los procesos que las tradiciones dicen, de la forma 'en que se debe'. Empezamos a integrar el entendimiento y la gestión de la energía sexual en talleres y grupos, por eso empieza a haber un resurgimiento”, indica la especialista.
“Si vivimos desconectados de nuestra sexualidad, estamos apáticos, sin creatividad, sin brillo, sin entusiasmo. Valorar esta potente energía es aprender a integrarla, a usarla, a preguntarnos sobre ella. Al expandir la consciencia podemos usar la sexualidad como energía creativa (estar en estado de asombro, de juego), como energía regenerativa (para regenerarnos, curarnos y brindarnos bienestar), procreativa (concebir conscientemente, elegir cómo y cuándo), y como energía sexual en sí, del goce por el mismo goce”, comenta Slobodjanac.
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