Los homicidas colombianos que junto al de Fundación siguen la sombra de Garavito
El aberrante
caso en el que una menor de edad fue asesinada e incinerada por Adolfo Enrique
Arrieta García, despierta nuevamente el debate sobre los asesinos y violadores
de niños en Colombia.
Tal vez para
una mayoría de colombianos el mayor homicida en la historia es Luis Alfredo
Garavito, conocido también con el alias de ‘La Bestia’, quien entre 1992 y 1999
violó y asesinó a cerca de 192 menores en 11 departamentos de Colombia.
También el
caso reciente de Juan Carlos Sánchez, alias ‘Lobo feroz’, a quien se le
atribuyen cerca de 500 abusos de niños, pero las autoridades únicamente poseen
el testimonio formal de una supuesta víctima.
Lamentablemente,
‘monstruos’ como Garavito y Sánchez han habido muchos en Colombia, tantos que
fueron el material para el libro “Los monstruos en Colombia sí existen” del
escritor Esteban Cruz Niño.
SANTA MARTA
AL DÍA hizo un repaso en la historia para recordar aquellos homicidas que
conmocionaron a la sociedad, siendo la muestra fehaciente de que, tanto las
autoridades como la población, no pueden bajar la guardia para identificar con
prontitud al próximo criminal.
DANIEL CAMARGO, ALIAS 'MONSTRUO DE LOS MANGLARES'
También
conocido como ‘el sádico del charquito’, se estima que Daniel Carmargo violó,
torturó y mató a más de 157 niñas en un periodo de 20 años.
Este asesino
cometió sus crímenes en Colombia, principalmente en Bogotá y Ecuador. En este
último país se calcula que asesinó entre 71 y 150 jóvenes durante quince meses.
Oriundo de
Anolaima (Cundinamarca), Camargo cargaba con una aversión hacia el género
femenino porque en su infancia fue humillado y maltratado por su madrastra,
quien lo vestía de mujer.
A pesar de
sus traumas mentales, el ‘monstruo’ despertó hasta que cumplió 30 años cuando
encontró a su mujer teniendo relaciones con otro hombre.
Más
adelante, Camargo conoció a una joven con quien inició una relación amorosa.
Cuando se dio cuenta que ella no era virgen la hizo sentir mal consigo mismo
para manipularla y así satisfacer sus apetitos sexuales.
El criminal
le pedía que drogara niñas para que se las llevara a su casa donde eran
ultrajadas. De este tipo de violaciones se conocieron 10 casos que llevaron a
Camargo en 1964 a ser condenado a tan solo cinco años de prisión.
Como era de
esperarse, el abusador salió de prisión a seguir delinquiendo, pero esta vez
agregó a sus retorcidos actos el asesinato por estrangulación. Esto lo llevó a
ser condenado a 25 años en la penitenciaría de la isla de Gorgona, de la cual
escapó en 1984 hacia Ecuador.
Allí creó
una ola de terror que terminó un 13 de noviembre de 1994 cuando el recluso
Giovanny Noguera, sobrino de una de sus víctimas, lo mató.
MANUEL OCTAVIO RAMÍREZ, ALIAS EL 'MONSTRUO DE LOS CAÑADUZALES'
Cerca de 50
niños asesinados, ese es el prontuario de Manuel Octavio Bermúdez, el homicida
que durante más de cuatro años provocó el terror en el Valle del Cauca.
Este
homicida aprovechaba su oficio como vendedor de helados para llevarse a los
menores a las plantaciones de caña, donde los drogaba con lidocaína, abusaba de
ellos y luego los mataba por medio del estrangulamiento.
Como sus
crímenes ocurrieron hacia 1999, las autoridades y la opinión pública pensaron
que eran otras víctimas de Luis Alfredo Garavito.
Sin develar
ninguna sospecha, el ‘monstruo de los cañaduzales’ fue una piedra en el zapato
para las autoridades que no hacían más que encontrar los cuerpos en costales o
simplemente botados en medio de las plantaciones.
En 2002, un
niño logró escapar y por fin se conocieron pistas claves que dieron con el
paradero del criminal. El menor contó que usaba una bicicleta y reveló detalles
de su aspecto físico, como que cojeaba del pie derecho.
Cuando fue
detenido en 2003 se encontró todo tipo de material probatorio en su casa, como
objetos y prendas de los niños asesinados. Al ver que no tenía escapatoria,
Manuel Octavio Bermúdez confesó con frialdad: “Sí, violé y maté a los niños”.
La condena
fue de 56 años, pero como confesó sus crímenes se le redujo a 26 años y seis
meses. Posteriormente, por su buen comportamiento y por cumplir las tres
quintas partes de su condena, este asesino saldrá en 2018 con 57 años de edad.
DOCTOR MATA
También
conocido como ‘el tinterillo asesino’, este boyacense fue el perpetrador de
cerca de 20 crímenes en los años 40. Sus acciones provocaron la zozobra en la
sociedad bogotana de aquel entonces.
A diferencia
de los demás homicidas, Matallana asesinaba a comerciantes y gente adinerada a
quienes estafaba.
Era conocido
como un hombre de leyes, lo que le permitió falsificar pertenencias y luego
desaparecer a sus dueños.
Su historia
fue inspiración para escritores como Felipe González Toledo, una que incluye
dos fugas de su juicio condonatorio; la más recodada ocurrió el 9 de abril de
1948.
EL MONSTRUO DE TENERIFE
En 2012 fue
capturado en la costa Atlántica Luis Gregorio Ramírez de 35 años, sindicado de
participar en 60 casos de homicidio.
Tenerife era
la localidad en Barrancabermeja donde fueron hallados los cuerpos de las
víctimas, que se trataban de motociclistas con las mismas características: no
medían más de 1,70 metros ni pesaban más de 60 kilos. Su fragilidad le permitía
al también denominado “dexter criollo” someterlos fácilmente.
La táctica
del homicida consistía en ganarse su confianza, pedir que lo llevaran a un
lugar cuidadosamente escogido para posteriormente sujetarlos de la garganta y
asfixiafarlos.
Según varios
especialistas, Ramírez era un antisocial quien actuaba como un psicópata.
Su pena
inicial era de 57 años, pero debido a las rebajas que permite el sistema
judicial colombiano, el asesino saldrá en 2032 cuando haya cumplido 20 años de
cárcel.
PEDRO ALONSO LÓPEZ, EL 'MONSTRUO DE LOS ANDES'
Este
criminal colombiano tiene el título de ser la persona con más asesinatos en la
historia, perpetrados en Colombia, Perú y Ecuador.
Cuando fue capturado
en 1980 confesó el asesinato de más de 300 niñas y jóvenes, entre los 8 y los
13 años de edad. El psicópata engañaba a sus víctimas diciéndoles que les iba a
dar dinero o regalos. Luego las llevaba a un lugar aislado donde las violaba,
les quitaba la vida y las enterraba en fosas comunes.
En un
documental de Biografhy Channel, Pedro Alonso López explicó que buscaba niñas
que tuvieran “inocencia y belleza”.
En Ecuador
fue capturado por unos comerciantes cuando trataba de raptar una niña de 12
años. Su condena fue de 16 años, la mayor para la época en ese país y luego fue
deportado a Colombia en 1994.
López fue
declarado demente por las autoridades colombianas y, en vez de remitirlo a la
cárcel, fue internado en un sanatorio donde fue liberado en 1998 a cambio de
que se reportara cada mes.
Se sabe que
en 2002 viajó al Espinal (Tolima), su lugar de nacimiento, para pedirle dinero
a su madre. Desde entonces no se conoce su paradero a pesar de que tiene una
orden de captura en la Interpol.
Al
desconocerse su ubicación se le han acreditado varios crímenes. También se
presume que pudo ser ejecutado.
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